Creímos cosas que se creen porque alguien, en algún rincón
de nuestras historias, nos dibuja mapas del tesoro con pistas falsas. Más
tarde, cuando esos mapas nos llevan al cofre prometido, saltan los candados y
con ellos la sorpresa.
Con el tiempo he aprendido que los mapas son de quien los
dibuja, no de quien los persigue, y que en la vida sonríe más quien mejor
dibuja, no quién más empeño pone en la búsqueda.
En mi mapa del tesoro confundí las coordenadas y me perdí.
En un momento de mi vida llegué a pensar que el dolor de una pérdida se desarma al sacarla del escenario donde se ha representado día a día, que lo que se vive dentro, queda dentro, y que fuera, la vida es otra cosa.
Hoy me he permitido echarte de menos. He estado pensando en
como la única persona del género
masculino que hasta hace ocho años había poblado mi vida ha desaparecido, sin
luchar, ni por mí ni por lo que habíamos compartido, sin concederme un triste
segundo para pedir una revisión de nuestra historia en común, fuera la que
fuera.
"Había decidido huir hacia arriba, convencida a medias
de que mi cabeza debe buscar el alivio que mi emoción parece no
encontrar.."

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