domingo, 6 de diciembre de 2015

612

O el tiempo discurre a demasiada velocidad o este maldito reloj marca la hora incorrecta. De repente, mañana era ayer y hoy estaba acabando. ¡Y yo queriendo romper nuestras conexiones causales!
Creo que ya lo sabes, siempre se ha dicho que cinco minutos podrían bastar para soñar toda una vida, y ya ves, así de relativo es el tiempo. Me he dado cuenta cuando he dividido el destino y aún así he dejado de tenerle miedo al que vendrá. Dicen que cuando un camino se bifurca, la vida comienza a ser la mejor cosa que se haya inventado.
Supongo que eso es dejar atrás, mirar con los mismos ojos lo que antes veías con otra mirada.
Y aun así sigo pensando que el amor es de bobos, pero hay que hacerlo cada día, que llorar es de valientes, pero te limpia el alma, y que los sueños son las expectativas del quizás, pero ahora sí.
Que el tiempo es relativo y todavía llegamos impuntuales. Que mañana será otro día y eso se escribe en tiempo futuro. Pero el futuro seguirá siendo tan incierto como el tiempo y el hoy vale por dos mañanas.
Y aun así, y con todo, y con nada, sigo buscando(te).  Porque el futuro tiene muchos nombres…

 y solo es cuestión de tiempo.



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